Proyecto | Cubierta Iglesia de San Miguel |
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Categoría | Reforma y rehabilitación |
Año | 2014 |
Localidad | Robres del Castillo |
Provincia | La Rioja |
El origen de la reconstrucción de la cubierta es el mal estado general en que se encuentra y la deformación excesiva de gran parte de la estructura de la misma, debido a que sus vigas principales han pandeado y alguna de ellas ha partido, con el consiguiente problema de hundimiento violento del resto de estos dos paños de cubierta, hecho éste que puede implicar daños graves para las personas o los bienes que se encuentren en el interior o circulen por su entorno inmediato. Además, el elemento de cubrición se encuentra en mal estado, prueba fehaciente de ello son las manchas de humedad que se observan en los revestimientos interiores de las bóvedas.
La iglesia está compuesta por tres cuerpos, perfectamente diferenciados. Uno de cota inferior al resto con cubierta a dos aguas y que sobre el gravita el campanario, que se corresponde con la zona a actuar, otros dos de mayor altura que corresponde a la zona de cubierta que se reconstruyo en una actuación anterior y un cuerpo posterior adosado.La nave lateral a rehabilitar se resuelve estructuralmente mediante vigas principales de madera que apoyan en los muros de carga correspondientes a fachadas y en los arcos de medio punto, con algunas variaciones de sentido de entrevigado según zonas; las vigas o cabios son primordialmente de madera y apoyan sobre las principales, con entrevigado de revoltones de rasillas tomadas con yeso.
Inicialmente, esta hipótesis es válida como punto de partida para la nave central, al no existir modo alguno de comprobar la estructura sobre la nave central y los arcos de medio punto y bajo la teja, ya que se comprobó que existía una gran capa de "sedimentos" bajo teja.
Una vez iniciada la obra se han realizaron varias catas en distintas zonas de la nave central, comprobando que sobre los arcos y contrafuertes existía hasta la altura de cumbrero un relleno de tierra considerable (entendiendo por éste que no es debido a depósito de sedimentos). Se pensó inicialmente que sería una capa pequeña sobre la bóveda pero se comprobó que existían zonas de casi un más de medio metro de profundidad.
Es muy posible que se hubiera realizado un enjarrado, cubriendo la bóveda por su cara exterior con enjarre, esto es, con una capa de yeso o cal y arena sobre la que se dispone un relleno de tierra y/o de piezas de cerámica que cumple tres objetivos: crear una cámara de aire, aligerar el peso de la bóveda y servir de caja de resonancia, sobre la cual directamente se colocó el elemento de cubrición.
Sobre la nave central se realiza una regularización y compactado del relleno de tierras de manera uniforme en la superficie conforme a las pendientes existentes, sobre el cuál colocar una capa de compresión de hormigón de cal aligerado (NHL 5), con granulometría discontinua y armado con fibras de 10 cm de media, sobre el cual disponer el onduline y el material de cubrición planteados, garantizando la transmisión de cargas al relleno de manera uniforme tal y como funciona actualmente.
La cubierta propuesta para la nave lateral y campanario se realiza mediante una estructura de madera laminada de correas que apoyan sobre los muros de la iglesia, sobre las que se sitúa un tablero machiembrado 10 mm de espesor al interior, un núcleo de 80 mm de poliestireno y un tablero de aglomerado hidrófugo de 19 mm que servirá de apoyo para el aislamiento, el onduline bajo teja y la teja árabe que se utiliza como material de cubrición, tal y como reflejaba el proyecto de ejecución.
La nueva solución constructiva mejora la habitabilidad del edificio y la seguridad de las personas o bienes que se encuentren en el interior o en su entorno inmediato y elimina por tanto el peligro que conlleva un desplome repentino debido al estado de deterioro actual.